viernes, 24 de noviembre de 2017

Jugando a la guerra

Escrito por Sol Acosta Puertas, colaboradora 
en ContarEnBreve.

Pasaba horas jugando con su juguete favorito, ese que le trajeron los magos de oriente, una metralleta negra a la que, cuando apretabas el gatillo, se le encendía una brillante luz roja y emitía un sonido de guerra de verdad y, de repente, comenzó la guerra, todo se tornó negro y rojo, como en todas las guerras, como en todas las guerras reinaba la confusión, había gritos de auxilio y como en todas las guerras hubo heridas de guerra difíciles de cicatrizar, esa metralleta negra con lucecitas rojas acabó rota, como acaban todos los fusiles de guerra en todas las guerras…
Nunca logró entender por qué esa metralleta negra y roja que trajeron unos magos acabó rota en el fregadero a manos del enemigo dejando tantas heridas de guerra!!!

¡NO ROBES INFANCIA, LAS HERIDAS DE GUERRA SON DIFÍCILES DE CICATRIZAR!

A todos los niños y niñas víctimas silenciosas y, a veces, silenciadas de la violencia machista.

Imaginario

Imaginario
El tiempo y las palabras ayudan a entendernos