miércoles, 21 de marzo de 2018

Menú inane

Engulló sin descanso su plato diario de nada. Sintió el acostumbrado hartazgo junto con el sopor de la sobremesa y tras su extensa siesta miró en la despensa qué podría cenar. Allí, sin sal ni gracia, permanecía su desolado plato de vacío. Y en silencio tomó aquella sopa de infinita ausencia.

Imaginario

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El tiempo y las palabras ayudan a entendernos